Javier Milei cumple dos años en la presidencia tras implementar un programa de reducción del gasto público que incluyó recortes en obra pública, subsidios, universidades, salud y diversos organismos estatales. Desde su asunción, el mandatario sostuvo que era necesario alcanzar el equilibrio fiscal para bajar la inflación y reordenar la economía argentina, en un contexto heredado de estancamiento y altos niveles de precios.
El Gobierno combinó estas medidas con beneficios dirigidos a sectores exportadores, grandes empresas e importadores, buscando estimular el ingreso de divisas y modificar la estructura productiva. Milei llega al ecuador de su mandato fortalecido por el triunfo en las elecciones legislativas, aunque la economía mantiene ritmos dispares y persisten tensiones sociales.
Los ajustes al sistema universitario y al Hospital Garrahan generaron movilizaciones masivas y marcaron los principales límites sociales a su programa. En paralelo, el estilo confrontativo del presidente —con críticas frecuentes a actores políticos, sindicales, mediáticos y culturales— continuó siendo un rasgo central de su comunicación.
La falta de mayorías propias en el Congreso y el distanciamiento de parte de la oposición dialoguista complicaron la agenda legislativa, especialmente después de la aprobación de la Ley Bases. Varios gobernadores se alejaron del oficialismo al considerar insuficientes las compensaciones económicas ofrecidas por el Ejecutivo.
En el plano institucional, el Gobierno atravesó dos crisis significativas: el desplome de la criptomoneda $Libra, difundida por el presidente en redes sociales, y la difusión de audios que involucraron a funcionarios de la Agencia Nacional de Discapacidad en presuntas maniobras irregulares, lo que derivó en cambios dentro del gabinete.
A mediados de 2025, el deterioro del crédito, la desaceleración económica y la reactivación de la presión cambiaria generaron preocupación. La situación se estabilizó tras la intervención del Tesoro estadounidense para fortalecer el peso y un acuerdo de intercambio de monedas por 20.000 millones de dólares con EE UU.
Con la inflación reducida respecto de 2023 —estimada en torno al 30% anual—, un tipo de cambio más estable y un clima político favorable tras los comicios de medio término, Milei inicia su tercer año de gestión con el objetivo declarado de acelerar las reformas iniciadas y consolidar la estabilidad macroeconómica.
Compartir